La Tempestad

Estudios sobre "La Tempestad" efectuados por el poeta Gonzalo Villar Bordones, asociados a la puesta en escena que ejecutó el Taller América de Viña del Mar en el año 2005.

sábado

Lectura psicológica de La Tempestad

En la obra, el autor hace un esfuerzo extraordinario por expresar los diversos aspectos de la mente del protagonista, Próspero, recurriendo a la técnica de valerse de otros personajes para representar los diversos planos de su personalidad.

En Próspero, propiamente tal, reside la conciencia, el amor a la virtud, el afán de conocimiento.

En Antonio, radica la ambición, el deseo, el apego a los bienes terrenales, el afán de poder. En un momento de su vida, Próspero se traiciona sí mismo, se torna sordo a su conciencia y reconoce como único sentido de su vida, el poder y la riqueza.

Esta interpretación fluye de la oposición entre los hermanos y de un pasaje, extremadamente sugestivo del drama, en que Antonio reconoce carecer por completo de conciencia.

Miranda, a nuestro juicio, representa la pureza de los altos ideales. Se trata de aquellas grandes motivaciones emotivas y culturales que impulsan a los seres humanos: la justicia, la igualdad, la libertad, la hermandad.

La conciencia de Próspero sobrevive al destierro, únicamente gracias a estos altos ideales, que le permiten seguir adelante durante el exilio, gracias a su brillo y su atractivo.

Calibán, expresa los aspectos instintivos de Próspero, su inconsciente, el fondo animalezco de los seres humanos; reticente a la civilización; lujurioso; lúdico y lleno de energías. Pese a los peligros que conlleva, no es posible prescindir de él, pues en él radica nuestra fuerza. Shakespeare alcanza un éxito especial al describir el carácter compartido del inconsciente y los instintos, al colocar a dos marineros y al monstruo rojo bajo una misma manta.

Ariel, el delicado genio del aire, expresa el pensamiento refinado, las construcciones de nuestra inteligencia, las obras sofisticadas de nuestro talento artístico. En Ariel confluyen la imaginación y la producción intelectual.

Para la sanación de Próspero, el autor propone el equilibrio. La ambición debe ser templada por la conciencia y sujeta a los altos ideales. La imaginación y el pensamiento deben volar libres; y, el peligroso instinto, común a todos los seres humanos, debe ser contenido y aplacado mediante su aplicación a fines útiles, como el trabajo y las artes.

Mediante Fernando, se ejemplifica la nueva táctica de encausar el deseo; de imponerle trabajos; dialogar con él; colocarle límites y conducirlo a los fines que la conciencia propicia.

¿De qué medio se vale la conciencia para seducir al deseo?.- De las artes.- Próspero utiliza el lenguaje; la música; las instalaciones visuales; el prestigio de las facultades centrales de la mente, para contener el deseo.